La vida consiste en fluir como el agua por más obstáculos que se presenten en el camino, tienes que seguir avanzando.
Cerrar ciclos forma parte de nuestro crecimiento personal y espiritual. No es una tarea fácil porque muchas veces nos quedamos estancados pensando si debemos o no continuar, pero tenemos que repetirnos en la mente que la clave del éxito viene de la mano con la transformación.
Lo primero que debemos hacer es conocer bien este término. Un ciclo es un conjunto de experiencias (buenas y malas) que nos hacen desarrollar apegos.
Para superarlos es importante saber que las heridas deben ser sanadas desde la madurez y la gratitud porque todo lo que vivimos nos deja un aprendizaje.
Según los expertos en psicología, hay algunos pasos claves para cerrar un ciclo:
1- Recordar forma parte de la terapia pues hay que aceptar todo aquello que hemos vivido. Si nos empeñamos solo en olvidar, las heridas permanecerán abiertas.
2- Perdonarnos a nosotros mismos y perdonar a quienes nos hicieron daño. El rencor no es sano. Tenemos que aprender a aceptar que todos cometemos errores. Perdonar es cerrar la puerta definitivamente.
3- Deja de llenarte la cabeza de preguntas sin respuestas como “¿qué hubiese pasado si hacía esto?” pues esas interrogantes te harán quedar estancado mientras sufres.
4- Hay que aprender a aceptar que no tenemos el control de todas las situaciones. Si vives con la idea de que tienes que cambiar todo, la frustración tocará a tu puerta.
5- El desprendimiento llega al aceptar una temporada de duelo. Hay que vivir el dolor para poder superarlo. La diferencia estará en que de este sentimiento aprenderás a abrir las alas y a volar.
Recuerda que:
- Siempre tú debes ser tu prioridad
- No estás obligado a permanecer donde no eres feliz.
- No debes dejar de ser tú para complacer a los demás.
- Otros pueden lastimarte solo si tú lo permites.
- Tu felicidad depende de ti.
Ámate y fortalece los lazos que tienes contigo mismo. Yo Sonia Saez creo y confío en ti.